El Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) presentó el “Plan Federal Agroindustrial 2023/2033″, conformado por 40 propuestas que pretenden generar en los próximos 10 años exportaciones por USD 100.000 millones anuales, 878.000 nuevos empleos y una inversión de USD 15.000 millones en activos fijos, si se cumplen una serie de condiciones sugeridas por el campo.
“Es el fruto de un año de trabajo entre todas las entidades que forman el Consejo y representan a las cadenas de valor agroindustriales de todo el país. También se realizaron consultas con otras entidades y referentes para buscar integrar sus visiones”, señaló José Martins, Coordinador General del CAA.
Además, el Coordinador Técnico del CAA, Gustavo Idígoras, expresó: ”la Argentina, en los últimos 20 años ha perdido participación en el mercado internacional, se produjo una concentración de las exportaciones y de los destinos, y se observa un bajo valor agregado en lo exportado”.
Una de las medidas anunciadas en el plan es la baja de las retenciones y su eliminación en un plazo de 10 años.
“A todos nos encantaría que las retenciones sean 0% a partir de mañana, pero entendemos que la situación del país lo convierte en algo inviable. Nos pareció prudente poner en números lo que ya venimos proponiendo, una reducción gradual. Esto no tiene un impacto negativo para el gobierno”, dijo Martins.
En ese sentido, Idígoras agregó:“ Nosotros consideramos que las retenciones deben ser 0%. Pero ante la situación que atraviesa el país, tenemos que ser prudentes y es por eso que planteamos cronograma de baja gradual”.
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A su vez, para que se cumplan los objetivos del plan, afirmó que existen una serie de condiciones necesarias, a saber: “Quienes integramos el CAA necesitamos contar con una macroeconomía estable, infraestructura competitiva, inversión pública orientada a la producción; y una política monetaria, crediticia, fiscal consistente con la producción y comercio exterior expansivo, incluyendo un tipo de cambio único y competitivo ”.
Es que, desde el CAA, afirman que la reducción en la presión tributaria que implica la implementación del plan sería más que compensada por el aumento en la producción y las exportaciones, lo que garantizaría que el Estado Nacional no recibiría menos ingresos fiscales durante los 10 años que dura el mismo.